ESPECIAL


LABORATORIO DEL HUEVO

Cuando a uno le presentan la idea de lanzar un huevo por una ventana a tres pisos de altura e intentar que el huevo no se rompa lo primero que uno piensa es ¿Cómo?.
La primera idea que surge en las cabezas de todos es hacer que el huevo caiga más despacio pero eso es algo que, con el material del que se dispone, es harto imposible.
La segunda idea que se me ocurrió -y no sólo a mi- fue que el huevo no tocase el suelo. ¡Vaya un error!
El diseño de nuestro grupo, que fue el exacto diseño que idé en mi cabeza fue el siguiente:

Se coge el papel y se enrolla dejando el huevo en el centro y se inflan los globos que irán a ambos lados -las aperturas- del rollo de papel. Para evitar que los globos se vayan, se atan con una cuerda por el interior del tubo de papel para afianzarlos bien. Por último le añadimos una cuerdecita para cogerlo y soltarlo en el aire de manera que nos asegurásemos que iba a caer en la misma posición.

El huevo está preparado para el lanzamiento.
El huevo se rompió.
Lanzamos el OVNI desde el tercer piso del edificio de física y se estrelló contra el suelo aparentando un estado idéntico al que presentaba previo al lanzamiento. Era una falsa impresión, el huevo se había roto en el interior. Pero... ¿Cuáles fueron las causas que hicieron que el huevo se rompiera?
Las conclusiones a las que llegué posteriormente al experimento fueron muy sencillas. No importa que el huevo se estrelle o no contra el suelo: si la aceleracion y velocidad constante de caída se ven interrumpidas de golpe, el huevo, siguiendo una gran inercia, se aplasta contra el fuerte tubo de papel en el momento del impacto.

El huevo del grupo contrario se salvó. ¿Qué es lo que hicieron para no sucumbir en la terrible ruptura oval?

Aún no puedo creer que funcionase.
El huevo hizo presión contra un hueco y se fue introduciendo en él.
El grupo contrario diseñó un soporte para el huevo que hacía que, al llegar el momento del impacto, el huevo no se parase en seco rompiéndose contra el papel o el suelo, sino que se movería un poco siguiendo la inercia hacia el interior del cucurucho y se iría frenando rápida pero de forma constante según penetrase en la parte más aguda del cono. ¡Y lo que costó sacarlo!
Me parece que Reyer, nuestro profesor de Java en el primer cuatrimestre se llevó el huevo para la cena.


Pues eso es todo en este Laboratorio Especial sobre nuestro experimento oval. Hasta el próximo especial.

Sheldon